En primer lugar, es importante saber que la vocación no es algo con lo cual uno nace. Las personas nacemos con ciertas características que podemos desarrollar o no durante la vida, dependiendo del medio familiar y social que nos rodee, los cuales estimularán unas y no otra características o habilidades.
La palabra vocación suele utilizarse como garantía de felicidad; es decir, quien realiza algo para lo cual “tiene vocación” lo más probable es que logre la felicidad al menos en el ámbito laboral.
La vocación se cree que es algo interno, que nos impulsa hacia una determinada actividad, la cual haremos en forma entusiasta y exitosa. Cuando las personas creen que la vocación se puede “encontrar” de forma mágica, como quien busca un tesoro escondido, esta búsqueda se convierte en una misión desesperada, contra el tiempo, que puede llegar a ser muy angustiosa.
La búsqueda vocacional.- tiene por ende que ir de la mano de una búsqueda personal, del autoconocimiento y de la autoexploración. La vocación la voy construyendo en la medida que exploro nuevas áreas y me pruebo en nuevas actividades.
Así, la vocación se va construyendo a partir de las experiencias familiares, sociales, escolares, recreativas, culturales, religiosas, entre otras, que nos permiten darnos cuenta de nuestras fortalezas, debilidades, atracciones y rechazos.
La elección de una profesión y/o trabajo apunta no solo hacia una actividad u opción profesional, sino a una forma de vida, por lo tanto, la elección debe hacerse consciente de que con ella formemos parte de nuestra identidad.La vocación se inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez. Por ello es necesaria una buena orientación vocacional para realizar una elección conforme al “yo” real del sujeto.Esta vocación esta determinada, además, por motivos conscientes como las actitudes, intereses, aptitudes, capacidades y personalidad. Estos pueden potenciarse o no, o ser influidos por factores socio-ambientales y culturales.La orientación vocacional facilita la inserción de los sujetos a este mudo laboral, basándose, por una parte, en sus posibilidades, en sus motivaciones, en sus limitaciones e intereses, y por otra, en las facilidades o dificultades y barreras que les impone el medio.
En conclusión, la orientación vocacional es una herramienta que ayuda a diseñar un proyecto de vida, asesorar y ayudar al orientado para que, al conocerse a si mismo y al mundo del trabajo, se prepare y acceda ala profesión adecuada a sus aptitudes, intereses y rasgos de personalidad, teniendo en cuenta las posibilidades de estudio y de trabajo existente.
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